¡Hola! Me llamo Aina y soy la creadora de este blog de viajes en bici o mejor dicho, de experiencias y aventuras en bici, que es de lo que quiero llenar mi vida.
¿Y qué mejor manera de viajar si no es en bici? Después de haber pedaleado por diferentes países como Francia, Italia o Mongolia, siempre con una organización o coche de apoyo detrás, me decidí a comenzar a viajar de manera autosuficiente con la bici, el saco de dormir y el menor equipaje posible. Y así es cómo me planté en Hondarribia en el verano de 2021 para comenzar una aventura en la que recorrería la costa Cantábrica hasta llegar a Finisterra y que terminaría 24 días después con más de 1.100 km en mis piernas y millones de paisajes y experiencias para el recuerdo. A partir de ahí todo vino rodado. En el avión que me llevaba de vuelta a casa ya miraba el calendario planeando mi siguiente viaje.
Amante del deporte y la naturaleza, dedico la mayor parte de mi tiempo a dos de mis grandes pasiones: la bicicleta y los viajes. Fue hace años, al poco tiempo de haberme trasladado a Mallorca, cuando me aficioné al ciclismo y otros deportes al aire libre. Ahora no concibo la vida sin ellos.
Siempre me ha gustado viajar y lo he hecho de muchas maneras: de mochilera, en furgoneta, por trabajo… Ahora ha llegado la hora de hacerlo con poco equipaje, la bici y mucha ilusión. Comencé haciendo el Camino de Santiago del Norte saliendo de Irún una lluviosa mañana de verano. Días enteros en plena naturaleza atravesando montañas, bosques, praderas y playas de las que te dejan con la boca abierta y te cargan el alma de energía. A este viaje le seguirían otros muchos y ninguno ha decepcionado.
Sigo en las redes sociales a muchos cicloviajeros que llevan años recorriendo el mundo sobre ruedas, viviendo como verdaderos nómadas y cumpliendo sus sueños. Os confieso que me dan mucha envidia pero también soy consciente de que, por mis circunstancias personales, yo no puedo hacer lo mismo aunque me gustaría.
No por esto voy a renunciar a liarme la manta a la cabeza cada vez que se pueda y, si no puedo dar la vuelta al mundo en bici, sí que puedo hacer viajes igual de interesantes volviendo a casa cuando las obligaciones así me lo exijan. No se trata de todo o nada, en la vida no es todo blanco o negro, solo es cuestión de adaptarse a las situaciones.
Así que sí, con un largo listado de destinos en mi mente escribo este blog con mucha ilusión y un gran deseo: que os guste y podamos disfrutarlo juntos durante muchos kilómetros.